Una de las peores épocas para una piel con acné y grasa es el verano: las imperfecciones se multiplican y la piel se vuelve aún más grasa de lo habitual.
¡Una época donde deberíamos estar despreocupados con nuestra piel para disfrutar al máximo y es cuando peor tenemos nuestro acné!
Pero, ¿no se supone que el sol y el agua de mar era la cura perfecta para el acné? ¿Por qué es cuando peor está la piel? ¡SOS!
¡ComedoCheck al rescate para un verano de 10!
Lo más habitual es que las pieles con acné sean grasas, ya que debido a ciertos desequilibrios, la piel produce una cantidad excesiva de sebo que aumenta el riesgo de obstruir los poros en pieles con esta tendencia.
El problema en verano es que se dan una serie de factores externos que incrementan este riesgo, por ello hay más acné, ¡incluso un acné más inflamado!
Cuando es invierno, el acné se relaciona más a factores internos como hormonales, estrés, alimentación, tendencia genética. Estos factores siguen presentes en verano, pero se le suma uno más: el aumento de las temperaturas.
Es importante que comprendas que la piel no es un órgano aislado e imperturbable: TODO lo que le rodea, lo altera.
El sol es importante para nuestra salud, pero la actuación en una piel con acné es compleja:
No olvides que el sebo es la hidratación natural que genera el cuerpo y va a ser producida si la piel percibe que lo necesita.
El agua de mar es una fuente curativa poderosa con multitud de propiedades buenas, ya que es rica en minerales y oligoelementos.
Los efectos que puedes ver en tu acné son:
Como se ha mencionado antes, la piel es un órgano que cambia según los factores del entorno, por ello es vital adaptar nuestra rutina y asegurarnos de usar los cosméticos correctos.
Enumeremos los fallos más comunes:
Durante está época, todas las pieles deben comenzar a usar productos más ligeros: texturas gel, serums y tónicos muy fluidos y acuosos, ¡ninguna crema pesada!
Debes fijarte que tus productos son no comedogénicos y de textura lo más ligera posible, ¡si veraneas en un ambiente húmedo y con altas temperaturas, tu piel lo agradecerá!
El SPF debe ser de textura muy ligera y agradable, que lo notes cómo si fuera agua.
Si es un protector solar no comedogénico, pero de textura densa, ¡te causará comedones igualmente! Esto es porque las texturas densas, junto con la humedad y el calor, creará una capa en la piel donde no dejará que el poro respire y se taponará el sebo, ¡viva el grano que saldrá!
Uno de los mayores mitos es "debes suspender los activos durante el verano porque la piel es más sensible al sol".
Este mito lo cogemos con pinzas:
Tu rutina tiene que sostenerse en los siguientes pilares:
Durante el verano, con el calor y la humedad, tu piel va a sentirse mejor si reduces los pasos a no más de 3-4 productos, ¡incluso menos!
En la mañana:
Seguramente preguntarás, ¿y la hidratación? La realidad es que los SPF tiene dos partes: una acuosa y otra grasa. Además de llevar algunos humectantes. En el caso de que no vayas a salir de casa y no te dé el sol, puedes optar por una hidratante ligera, tónico o un serum ligero.
Ejemplos de serum ligero:
¡En Productos Recomendados encontrarás muchas más opciones!
Lo importante es que vayas regulando y encuentres la combinación perfecta para tu piel, tendiendo en cuenta la regla: texturas ultra-ligeras, pasos mínimos.
En la noche:
Tu piel debe sentirse lo más ligera posible, ya que con el exceso de humedad y las temperaturas, es difícil que sientas tu piel tirante (salvo que se dañe tu barrera cutánea o te hayas quemado al sol).
IMPORTANTE: cuando te bañes en el mar o en la pisicina, recuerda limpiar tu rostro suavemente y aplicar la hidratación ligera para evitar que tu piel se deshidrate.
Ya sea que tengas o no acné, incluso con piel seca debes adaptar tu rutina al cambio de temperaturas y ambiental.
En la mañana:
Si sientes que tu piel seca necesita un extra, añade un tónico o serum ligero para completar con el SPF.
Ejemplos de serum ligero:
Lo importante es que vayas regulando y encuentres la combinación perfecta para tu piel, tendiendo en cuenta la regla: texturas ultra-ligeras, pasos mínimos.
En la noche:
Hidratación: lo ideal es que sean texturas muy fluidas y con ingredientes calmantes. Alguna de las mejores opciones es la Torriden Dive-in Soothing Cream, otra opción es su Balanceful Cica Cream, e incluso la de Dr.G Red Blemish si sufres de acné.
Tu piel debe sentirse lo más ligera posible, ya que con el exceso de humedad y las temperaturas, es difícil que sientas tu piel tirante (salvo que se dañe tu barrera cutánea o te hayas quemado al sol).
IMPORTANTE: cuando te bañes en el mar o en la piscina, recuerda limpiar tu rostro suavemente y aplicar la hidratación ligera para evitar que tu piel se deshidrate.
Si sufres de acné, asegúrate que tus productos son no comedogénicos, ¡e incluso sin irritantes para evitar perjudicar la inflamación! Para ello, tienes ComedoCheck a tu disposición 24/7.
Minimiza tu rutina de skincare y usa productos muy ligeros, con ingredientes calmantes y que fortalezcan tu barrera cutánea.
Continúa usando tus activos, pero protégete bien del sol.
¡Cualquier duda déjala en comentarios y dale LIKE a este súper post que te ayudará a combatir el acné en verano!
With love,
Claire.