La limpieza facial es uno de los pasos vitales en la rutina de skincare, pero también puede ser el más peligroso.
Escoger un buen limpiador suele ser difícil: solemos escoger limpiadores según nuestro tipo de piel, y eso suele ser erróneo: los limpiadores específicos para pieles grasas y acné son bastante agresivos, lo que perjudica la barrera cutánea, y por ende, el acné.
La limpieza es necesaria para eliminar la suciedad acumulada durante el día, maquillaje, exceso de sebo…
Este tipo de suciedad no se va solo con agua, sino que necesitamos surfactantes para eliminarlo. Y eso sólo lo ofrece el limpiador.
En el post de Michelle Wong (química cosmética), All about cleansing and how to choose a gentle cleanser, te explica de una forma más técnica cómo funcionan los surfactantes. Este ingrediente tan necesario para la salud de nuestra piel, es casi mortal a su vez: no distingue qué retira de la piel, y por ende, retira componentes necesarios para la salud de la piel, como son los lípidos, proteínas y los Factores de Hidratación Natural de la piel.
Como consecuencia, notamos la piel tirante y deshidratada tras la limpieza.
Otro de los contras de los limpiadores es que alteran el pH natural de la piel.
Nuestro manto es ácido, entre el 5-5.5. Y es así para protegernos de agentes externos. De hecho, en las pieles con acné esto es terrible: un pH más alto favorece la proliferación de la bacteria causante del acné: Cutibacterium acnes.
Lo ideal es que siempre escojas limpiadores que están específicamente diseñados para pieles sensibles, con un pH similar al manto ácido de la piel (5-5.5). No busques limpiadores para piel grasa o para acné. Son muy agresivos y notar la piel tirante es mala señal.
Te enseño qué tienes que tener en cuenta:
Unos surfactantes son más agresivos que otros. Lo ideal es que evites limpiadores faciales que contengan este tipo de surfactantes:
Escoge surfactantes más gentiles como:
Incluso la combinación de varios puede hacer que la formulación sea más gentil, como explica Wong en All about cleansing and how to choose a gentle cleanser.
Lo ideal es que escojas limpiadores con un pH similar al manto ácido de la piel. Muchas veces, no se especifica, lo que es un claro error por parte del fabricante. Los consumidores tenemos derecho a saber qué compramos, y más cuando es algo que afecta a la salud.
Por ello, lo ideal es escoger limpiadores que especifiquen que son para pieles muy sensibles, reactivas, con pH fisiológico, o si especifican que son de pH 5-5.5.
No uses limpiadores corporales para el rostro, ya que la piel del cuerpo tiene un pH superior a la piel del rostro. Como dato curioso: un limpiador facial sí que puedes usarlo como limpiador corporal, pero uno exclusivo corporal NO puede usarse para el rostro. Y todo ello es por el pH.
Algunos limpiadores incorporan ingredientes que son buenos para la piel como humectantes (tipo ácido hialurónico), lípidos (como ácidos grasos o colesterol). Este tipo de ingredientes son un plus bastante bueno para minimizar el daño de los surfactantes.
Además de escoger un buen limpiador suave, otros TIPS que te ayudarán:
Te dejo algunos de los limpiadores que más me gustan y que son MUY gentiles con la piel:
Te dejo aquí el post de cómo tener una buena rutina para acné y piel sensible.
Y tu comprobador fav’s de comeodgénicos, el gran ComedoCHECK.
With love,
Claire.